De acuerdo a la Ley de Renta, los contribuyentes se clasifican tributariamente en dos categorías, según el tipo de rentas o ingresos que obtengan:
Primera categoría: corresponde a las rentas del capital y de las empresas comerciales, industriales, mineras y otras.
Segunda categoría: corresponde a las rentas del trabajo (sueldos, gratificaciones, pensiones, entre otras).