Diversificación
Imagina que tuvieras todos tus ahorros invertidos en acciones de una sola empresa. Si esa empresa tiene problemas o quiebra, perderías toda tu inversión. Para evitar esto existe la diversificación.
¿Qué significa diversificar? Es no poner todos los huevos en la misma canasta, invirtiendo en distintos tipos de instrumentos y activos, como acciones, bonos, bienes raíces, materias primas o incluso inversiones alternativas. También es importante diversificar geográficamente, invirtiendo en diferentes regiones del mundo o en diferentes sectores económicos (tecnología, salud, energía, aerolíneas, etc.) Así, si una inversión no va bien, las otras pueden compensar esa pérdida.
La diversificación es una estrategia que implica la distribución de los recursos de inversión en una variedad de activos financieros o clases de activos diferentes con el fin de reducir el riesgo general de una cartera de inversión. La idea principal detrás de la diversificación es que al invertir en diferentes activos o mercados que no están altamente correlacionados, es decir, que no se mueven en la misma dirección al mismo tiempo, se puede reducir el riesgo de pérdidas significativas.
Con esta estrategia podrás aumentar tus probabilidades de éxito en las inversiones, al mitigar riesgos financieros. Sin embargo, como toda inversión no garantiza ganancias.
Además, es importante tener en cuenta los objetivos personales, horizonte de inversión y tolerancia al riesgo para construir una cartera diversificada; ya que puedes, por ejemplo, tener metas a corto plazo, como un viaje, y metas a largo plazo, como la jubilación y debes ajustar tu cartera de inversión de acuerdo con estos objetivos para que se adapte a tus necesidades. Para esto te recomendamos conocer tu perfil de inversionista y asesorarte por los especialistas de Banchile Inversiones.